sábado, septiembre 02, 2006

Creciendo hirsuto a la derecha de tus perfectas caderas

me aferro cual infante desolado

a las ganas de verte desde un rincón perdido

tragándome el dolor
y esperando un nuevo milagro de verano

que te haga nacer otra vez

sólo los Dioses conocen nuestro rito

observar
a través de una copa servida

tus labios de niña

intento agarrar las argollas de humo
que brotan de tu cigarro

pensando
que esta vez
si es de verdad

todo lo que esperaba
como tu voz hermosa
diciéndome
cuídate

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